El ministro del Interior, Claude Gueant, dirigió a los musulmanes residentes en la capital francesa a celebrar las oraciones de los viernes en espacios dispuestos de forma temporal a la espera de que finalice la construcción de un enorme espacio para el rezo. Sin embargo, advirtió de que la Policía está autorizada para hacer uso de la fuerza si fuera necesario en caso de que no se respete la prohibición. Miles de fieles musulmanes han rezado en un lugar de culto improvisado en una sede abandonada de la brigada de Bomberos en el norte de París.
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