Las características faciales juegan un papel clave en nuestros juicios diarios que realizamos sobre las demás personas. Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) han desarrollado un software que ayuda a que sean los ordenadores quienes determinen cuál es el mensaje que transmite una cara. Por ejemplo, si los demás la juzgan como un rostro atractivo.
Para lograrlo han utilizado técnicas de aprendizaje para máquinas, una rama de la inteligencia artificial que utiliza ejemplos para enseñar a un programa cómo funcionar en base a unos datos. Tres rasgos concretos -dominante, amenazador y tacaño- resultaron ser predecibles con una efectividad situada entre el 91 y el 96 por ciento.
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